domingo, 7 de agosto de 2016

La simbiosis de un Benidorm cada vez más grande

Nadie duda de que fue un éxito. Y ello no debería de ser noticia, pues cuando las combinaciones de festival de talla mundial y Benidorm se juntan, es evidente que el resultado es toda una genialidad. Pero no todo en la vida es de un solo color o de dos, también éstos tienen sus tonalidades y apreciaciones. Tras una noche de la que muchos no borrarán de su memoria, ahora toca mirar más allá. Les explico.

Ya lo hice posicionándome a favor de la realización del Low Festival, y de su ya emblemático emplazamiento en Foietes. Pero como decía con anterioridad, los matices permutan y tienen sus consecuencias. Creo, que un evento de las dimensiones de David Guetta, un artista capaz de llenar cualquier el lugar del mundo, debe de estar acompañado al unísono de todas sus consideraciones. No obstante, no quiero decir que el Guillermo Amor se quede corto o simplemente no esté a la altura. 

Tras demostrar una organización sublime para el concierto, es indudable que la senda es la correcta. Este verano ha llegado plagado de festivales y eventos multitudinarios, y todo lo que por ende conlleva. Es evidente que, poco a poco; sin prisa pero sin pausa, Benidorm tiende a recuperar los aires de grandeza de antaño. Todo ello, desde el diálogo de sus gentes, y éste debe de mantenerse. Claro ejemplo es, la gran comunicación ahora establecida en la ciudad entre empresarios y equipo de gobierno. Y esa voluntad política patente, sumada al esfuerzo y dedicación empresarial del ocio benidormense, hacen un poquito más grandes estos lares. 

Corroboraciones, por haberlas haylas. Justamente, Poniente y Levante son los paradigmas de lo que Benidorm, debe o debería de ser en un futuro no muy lejano. Hará no mucho, que desde una iniciativa cien por cien vecinal, el paseo de Poniente embaucó tanto a turistas, como a paisanos, en su primera fiesta de la tapa y cerveza. Por otro lado, Levante sigue dando sendas razones para atraer al público más joven. Desde el ya habitual escenario colocado en la Avd. Bilbao; Nochevieja, San Juan o pre partys como la de David Guetta, son la antesala de lo que podría venir. 

Probablemente Benidorm necesite añadir un enclave específico, si quiere seguir expandiendo sus consecuciones de esplendor. Y oigan, a día de hoy ostentamos de las mejores playas nunca vistas, así que no creo que el inconveniente sea celebrar eventos de este tipo de rasgos en la propia arena.

Tiempo al tiempo...

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