martes, 13 de septiembre de 2016

La culpa no es de los políticos, es nuestra...

La culpa no es de Mariano Rajoy. Ni de Rivera, ni de Sánchez. Tampoco de Pablo Iglesias. La culpa es únicamente nuestra. No se equivoquen. No digo que nuestros políticos no hayan dado la talla, es más, muchos de ellos han demostrado ser un obstaculo en el camino para España. Pero hoy me gustaría mentar un término que, a veces, consciente o inconscientemente, se nos olvida. Ya sea por nuestra poca cultura democrática, o por el simple rubor de haber escogido y colocado en el Congreso a los que permiten la situación de bloqueo, siempre intentamos echar balones fuera y buscar cabezas de turco. 

No obstante, el fondo de la cuestión, no es otro que el de la soberanía nacional. Sí, ese poder político que reside en nosotros y que, a través de nuestro voto, lo cedemos a nuestros representantes políticos. Pero el concepto de soberanía va más allá de lo que el propio individuo piensa o vota. Realmente, la soberanía reside en el conjunto de españoles, esencialmente en la nación al completo. Sin excepciones. Así que, una vez claro todo esto, solo hace falta echar la vista atrás con los datos en la mano. 

De los dos periodos electorales que hemos vivido en apenas medio año, el primero de éstos, el del 20D se saldó con un 26,80% de abstención, lo que suponen más de nueve millones de españoles que se quedaron en el sofá de sus casas y no acudieron a la cita electoral. En época estival, el abstencionismo escaló hasta el 30%, alcanzando así la cifra de diez millones y medio de no votantes. Escandaloso. Pero aún hay más leña para el fuego en este espectáculo dantesco. Según las encuestas, en unas hipotéticas terceras elecciones, el abstencionismo llegaría al 40%.

Parece surrealista, pero es que, a la vista los datos, a día de hoy el parlamento español no representa la soberanía nacional. Solo una parte de ella. El resto, se ha quedado fuera. A pesar de no ser la mayoría, es una gran parte que podría decantar la balanza hacia un lado u otro. E incluso, los votos del núcleo abstencionista, otorgarían la entrada en el Congreso a partidos políticos minoritarios como PACMA, Vox, UPyD o quién sabe. Diez millones de personas, son muchas ideologías, planteamientos y propósitos diferentes en un solo conjunto.

Solo les pido una cosa, si realmente quieren desbloquear la situación y nuevamente debemos acudir a las urnas, que nadie se quede en casa, porque lo mismo pasará. La soberanía nacional ni sus intereses, estarán fielmente representados. Piénsenlo dos veces antes de no ir votar, independientemente de lo que se vote.

Así que, cuando oigan en televisión o en radio, o lean en el periódico que nuestros representantes son los culpables, añadan un matiz: a éstos, los escogimos nosotros, por lo tanto, la culpa es únicamente nuestra.

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