Hacía ya demasiado que
un servidor no se paraba a escribir, ya que como bien saben, mis ocupaciones se
centran ahora en el proyecto de Gestiona Radio, que ya de paso, les invito a
que nos escuchen en el 91.2FM o en gestionabenidorm.com.
Pero
vayamos a lo que nos concierne. Esta mañana, mientras organizaba el resumen
informativo para la radio, he encontrado un fragmento en El Mundo de la entrevista de Cesar Gaviria para
PAPEL, donde plasma una visión totalmente distinta a la aplicada en su
mandato como presidente de Colombia allá por los 90. Ahora, éste recalca la
importancia de la despenalización de las drogas para erradicar a los
narcoterroristas.
Hablamos
del mismísimo ex-presidente de Colombia que trató con el Bloque de Búsqueda y
los Pepes para dar de baja al Patrón: Pablo Emilo Escobar Gaviria. Y con
titulares tan bárbaros como: "Las políticas para combatir las
drogas han hecho más daño que las drogas mismas" o «Llevamos 60 años de
políticas de drogas erróneas, para mitigar los daños de tantas medidas
desacertadas es necesario descriminalizar la
posesión de drogas para uso personal» parece que el debate puede salir a
la palestra internacional. O al menos así debería, porque no es para menos.
Y
visto lo visto, y si uno se informa sobre el tema -ahí les
dejo a Roberto Saviano como ejemplo- verán
de la trascendencia del asunto y la facilidad con la que se hace dinero en el
narcotráfico. Y es que, la cocaína en primera instancia, es la mercancía más
lucrativa para agrupaciones terroristas como las FARC o incluso, como indica
Saviano, la ETA.
Por
si fuese poco, y dotar de mayor empaque y rigor a la lucha contra el
narcotráfico desde un nuevo enfoque, hay que recordar que la ONU pidió despenalizar la tenencia de drogas para consumo en
Argentina.
Así que, lo que es evidente, es que el
narcotráfico es el nutriente perfecto para las organizaciones terroristas, y ya
les advierto que cárteles, capos, mafias y un largo etcétera siempre estarán al
pie del cañon, porque el beneficio económico de la droga es tan grande que
corrompe desde la plebe, pasando por instituciones, cuerpos policiales y como
no, políticos. Sobre todo, corroboraciones en Lationamérica haylas a
caudales.
No obstante, el problema es mundial. Y
sin irnos más lejos, vamos a parar a suelo español. ¿Recuerdan a Roberto
Saviano? Pues bien, el escritor italiano -y
agárrense a sus asientos- afirma
con rotundidad que el dinero
que provocó que la burbuja inmobiliaria española explotara, procede del
narcotráfico. Lógico. El dinero que produce tan solo la cocaína es
incalculable, pero se estima que el dinero por tráfico de cocaína puede
alcanzar la cifra de 38.000 millones de dólares en Norteamérica y
otros 34.000 millones de dólares en Europa.
Por otro lado, nosotros, los españoles, ostentamos la cuantía de generar dieciséis millones de euros de
beneficio diario procedente del tráfico de droga, lo que supone unos 5.717
millones de euros. Y eso que solo somos las mulas de la droga de los grandes
cárteles y la tierra donde pasar unas espléndidas vacaciones para los capos.
Ya ven, que de lo que les hablo, no solo concierne al
consumidor o la salud pública. Es un dilema que nos está posponiendo el
progreso y generando aún mayores males en la sociedad. Cada vez, son más los
que abogan por la despenalización de las drogas, para arrebatar así, las vías
de financiación de cualquier terrorismo conocido sobre la faz de la tierra. Y
es que, queridos lectores, se ha intentado de todo, pero como bien dice el
dicho: a rey muerto, rey
puesto, y por mucho que se liquide o se encarcele a los narcotraficantes,
la droga siempre estará dispuesta a seguir su ruta.